Nuestra primera salida de este año ha sido a la Biblioteca de Loranca. Me alegró saber que muchos de vosotros la conocíais e, incluso, disponíais del carné de usuario. Para otros, en cambio, fue una novedad absoluta saber que pueden sacar no solo libros, sino también películas, que en veinte días de préstamo les da tiempo seguro a leerlos o a verlas, que pueden elegir en unos fondos alcanzan los 100.ooo volúmenes y que, por si fuera poco, pueden hacer uso del ordenador, buscar información en internet y hasta imprimir. Yo añadiría que es un sitio estupendo para estudiar.
Pero, sobre todo, aprendimos gracias a las personas que trabajan allí cómo funciona una biblioteca por dentro: cómo están colocados los libros, qué es un tejuelo y qué quiere decir esa información tan rara que aparece en la etiqueta que va en el lomo de los libros… Ella nos han resuelto todas nuestras dudas: los horarios, cómo reservar un libro o una película, como ver el catálogo desde casa o qué pasa si no devolvemos un libro a tiempo. También hemos jugado a encontrar en las estanterías el libro que buscamos, o a localizarlo en la base de datos.
Como Ester y compañía son así de amables, han buscado además los títulos que tienen allí de los que yo os he ido recomendando y los han colocado bien a la vista, para que podáis encontrarlos todos juntos con facilidad.
Además, los que no teníais carné vais a poder solicitarlo. Ya no hay excusa para no leer o para no usar el ordenador, que conste.
Tranquilación 
