La sinalefa


La sinalefa es una licencia métrica que permite transformar dos sílabas gramaticales en un sola sílaba métrica cuando una palabra termina por vocal y la siguiente comienza también por un sonido vocálico, al pronunciar las dos sílabas implicadas en un solo golpe de voz.

Es una licencia, un permiso; no una obligación. Vuestros padres, por ejemplo, si tienen carné de conducir, pueden circular al volante de un coche porque tienen un permiso o licencia; sin embargo, no están obligados a conducir 24 horas al día. Del mismo modo, el poeta puede, si quiere, utilizar la sinalefa, que es una licencia para modificar la medida de los versos; o no usarla, si con ello preserva alguna otra cualidad del poema, como, por ejemplo, el isosilabismo, es decir, que de la medida o escansión de todos los versos resulte el mismo número de sílabas métricas.

Hemos visto en clase un poema complicado en este terreno. Se llamaba, creo recordar, «Setiembre», y era de Juan Ramón Jiménez. Vamos a analizarlo:

A/prié/ta/te a/quí a/ mi / al/ma. ———– 8


Va / a /cam/biar/ la es/ta/ción, ———– 7 + 1


y a un/ es/pec/tá/cu/lo /nue/vo ———– 8


co/rres/pon/de un/ nue/vo a/mor. ———– 7 + 1

Si al leer esta estrofa redujéramos todas las posibilidades de sinalefa, obtendríamos dos versos heptasílabos y dos octosílabos, y veríamos que en la siguiente estrofa todos son octosílabos. Uno puede sospechar que quizá el poeta pretende reducir su expresión a algún esquema métrico concreto en el que el isosilabismo es necesario. Por eso, después de realizar el esfuerzo de intentar infructuosamente convertir los dos últimos versos en heptasílabos, deberíamos volver la vista sobre los dos primeros. En ambos hay sinalefas, que aparecen subrayadas, pero también lugares (en negro y subrayados) en que la separación silábica se debe a que voluntariamente no empleamos la licencia, aunque podríamos, pues se dan todos los requisitos. Renunciar a la sinalefa es la única manera de garantizar la misma medida para estos versos.

La conclusión es que la sinalefa no es un proceso automático; debemos tener cuidado al medir versos.

Analiza ahora esta segunda estrofa. Verás que se hacen todas las sinalefas posibles. Indica su lugar.

No mires más que a mi vida, ———– 8
al único y grande sol;———– 7 + 1
¡aprende a ser primavera ———– 8
eterna en mi corazón! ———– 7 + 1

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