Los elementos de la narración

Los elementos fundamentales de la narración son el marco narrativo o enunciación y la historia o relato enunciado. En el primero se sitúa el narrador, que es el emisor interno al texto que comunica la historia de los personajes. No debe confundirse con el autor. Este último se encuentra en el mundo, pero no en el texto, mientras que el narrador no puede salir del libro al mundo. En el otro polo está el narratario, que escucha o lee lo que el narrador cuenta, y que es también una instancia interna, que está en el texto, no en el mundo. Sin embargo, los lectores reales, nosotros, nos identificamos en cierta manera con él como receptores de la historia.

Esquema básico de la narración

Cuando el narrador coincide con el protagonista (el personaje principal de una narración), nos hallamos ante una autobiografía. Si, además, narrador y autor tienen el mismo referente, la autobiografía será perfecta. En caso de que el autor no sea el narrador, se trata de una autobiografía ficticia.

La narración autobiográfica

La acción constituye el núcleo de la narración, que precisamente consiste en una sucesión de acontecimientos desde el planteamiento inicial hasta el desenlace, que resuelve el conflicto o nudo que se ha creado. A veces, la acción será trepidante y concluirá todas las tramas en un final cerrado; otras veces, parecerá que apenas sucede nada, ni siquiera al final: es lo que se denomina final abierto.

Otros elementos esenciales son el espacio y el tiempo. Vamos a ver que el lugar en que se desarrolla la acción puede ser interior o exterior, grande o pequeño, real o imaginario, mientras que el tiempo pasará más rápido o más despacio, según desee el autor, que incluso puede alterar el orden cronológico con analepsis (retrospecciones o flash-back) y prolepsis (anticipaciones).

Las relaciones entre lo real y lo ficticio son uno de los temas que más me divierten. Os explicaré en clase muy por encima la teoría de los mundos posibles, para que veáis que un solo y minúsculo motivo fantástico arrastra a toda la narración a su mundo imaginario.