Dalí, con sus característicos bigotes.
Hoy es el aniversario de la muerte de Salvador Dalí. Espero que por lo menos os suene a todos el nombre de este excepcional artista, por un mínimo de culturilla. Eso impedirá que hagáis el ridículo en programas de humor como ¿Quién quiere casarse con mi hijo? al protagonizar una de las secuencias más hilarantes que he podido ver en televisión, con sonido de grillos de fondo.
Ya he puesto algo de Dalí en el blog a propósito de las vanguardias. Me refiero a la película Un perro andaluz, que gestó con Buñuel. No fue ese su único proyecto cinematográfico. Es conocida su colaboración con Walt Disney para la inacabada Destino, de la que solo se conservaban catorce segundos hasta que un equipo de realizadores retomó el proyecto y lo convirtió en este precioso corto, donde se puede apreciar el estilo y muchas de las obsesiones que pueblan sus cuadros:
De Dalí siempre ha llamado la atención su personalidad tanto como su arte. No me extraña. Por ejemplo, en esta foto lo podéis ver paseando su oso hormiguero por París:
Con su oso hormiguero por París
Para quienes no hayáis oído hablar nunca al personaje, os recomiendo que dediquéis unos minutos al menos a esta entrevista, sazonada con algunas imágenes bobas del pintor, que no tienen desperdicio y, si tenéis tiempo, pinchad este enlace:
Este Verano fui por segunda vez a ver su Teatro Museo, situado en Figueras y también a su casa, mucho más sencilla de lo que su egolatría reclama, en Portlligat, de lo que dejé constancia en la entrada «Culturilla veraniega», por si os pudiera interesar.
Tranquilación 
