Las oraciones cuantitativas


Subordinadas cuantitativas: consecutivas y comparativas

Estos dos grupos de oraciones, que tradicionalmente se estudiaban entre las adverbiales, ofrecen rasgos funcionales, formales y semánticos que obligan a replantear su clasificación.

Al estudiar las causales, finales, concesivas y condicionales se ha visto que, a pesar de no poder ser conmutadas por adverbios (por eso las llamamos impropias), puede mantenerse con ellas la denominación de adverbiales porque sus funciones son las habituales de los adverbios: CC y Mod Or. Pero las consecutivas y comparativas nunca desempeñan la función de CC o de Mod Or por sí mismas; por el contrario, se asemejan más a las adjetivas, ya que dependen de un «antecedente» que las precede: sea cuantificador (másmenos…) o intensificador (tal, tanto…). ¿Debemos seguir considerando adverbiales a segmentos que ni pueden ser sustituidos por adverbios ni desempeñan sus funciones habituales?

Parece más recomendable replantear la clasificación que venía estudiándose en Bachillerato e incluir en un grupo aparte a consecutivas y comparativas. La clasificación de las subordinadas queda, por tanto, como se indica en el siguiente gráfico:

En estos ejemplos puede comprobarse que las subordinadas consecutivas y comparativas (en negrita) no son conmutables por adverbios ni desempeñan funciones de CC o Mod Or: la primera es complemento del adjetivo determinativo tanto y la segunda complemento del adverbio tan:

En la discoteca hacía tanto calor que Carolina se puso muy colorada (consecutiva).

La fiesta no fue tan divertida como Ángela esperaba (comparativa).

Trataremos ahora de estos dos grupos de construcciones con más detalle.

Consecutivas

Desde el punto de vista semántico, las consecutivas expresan la consecuencia de algo (una cualidad, circunstancia o acción) que manifestamos con una cierta intensidad o ponderación:Sandro tenía tanto éxito que estaba bastante engreidillo (‘el hecho de estar engreidillo es la consecuencia de la intensidad de su éxito’). Podrían considerarse como una actualización más del superlativo en español:

Miguel Ángel es altísimo.

Miguel Ángel es muy alto.

Miguel Ángel es alto de narices.

Miguel Ángel es extraordinariamente alto.

Miguel Ángel es tan alto que llega al techo.

En cuanto a su estructura y función, las subordinadas consecutivas siempre van encabezadas por el transpositor consecutivo que y funcionan como complemento de un intensificador que aparece antes en el seno de la oración. Como intensificadores más frecuentes cabe citar el adverbio tanto, su apócope tan y los adjetivos determinativos tantotantatantostantastal, talesun,unaunosunas y cada.

Garzón lo presionó tanto que acabó confesando.

Su rabia era tan grande que no pudimos contenerlo.

Había tanto público en el concierto que no cabía un alfiler.

Myriam tenía tanta vergüenza que no se atrevió a  hablar conmigo.

Recibo tantos correos agradables que puedo soportar fácilmente alguno desagradable.

Estuvo tantas noches en el Arche que al final le suspendieron siete.

La vigilancia es tal en Guantánamo que la fuga resulta imposible.

El de Lengua decía tales disparates que no nos enterábamos de nada.

Tu novio lleva siempre un aspecto que parece un pordiosero.

Ese profesor tiene una cabeza que es la admiración de todos.

La miraba con unos ojos que la derretía.

Ricardo tiene unas piernas que se sube a Jabalcuz sin esfuerzo.

En tercero hay cada elemento que da miedo.

Existen otras estructuras consecutivas, de uso menos frecuente o exclusivas del registro coloquial y vulgar, que, bien por su complejidad, o bien por su rareza, no van a ser desarrolladas aquí; algunas de ellas, incluso, poseen un significado híbrido consecutivo-final, consecutivo-condicional, consecutivo-modal… Bastará un ejemplo de cada una:

Así te coja un coche que no deje de ti ni el DNI.

Así de acaramelados estarían que ni se enteraban.

¡Van de acaramelados que no se enteran de nada!

Había una de gente que no cabía un alfiler.

Esperanza es de un cursi que tiembla el misterio.

Si vendría borracho que ni nos saludó.

Lo tonta que será, que se lo perdona todo a su novio.

¡Qué travesuras haría, que tuvieron que castigarlo!

Juan se lo dijo de tal modo que se pelearon.

Ojalá llueva tanto como para que se llenen los pantanos.

De lo mal que olía Paquito, nadie paraba a su lado.

Tenía los labios tumefactos de tanto besar.

Correlación modal

Indicativo, subjuntivo y condicional pueden aparecer tanto en el verbo principal como en el subordinado. El modo verbal de la subordinada, sin embargo, está determinado por el de la principal o por ciertos contenidos presentes en la principal:

Si la principal se construye en indicativo, en la subordinada no puede aparecer subjuntivo.

Si la principal se construye en imperativo o subjuntivo (u otras formas yusivas o desiderativas), o si aparecen marcas de negación, duda o posibilidad, en la subordinada sólo puede aparecer subjuntivo.

Consecutivas sin intensivo o elípticas

Se producen cuando el hablante, para expresar el contenido consecutivo puro, desligado de sus acompañamientos cuantitativos, modales, distributivos, etc., prescinde del intensivo. Son segmentos integrados en el predicado en función de CC o atributo.

Lleva la chaqueta, que da pena verlo.

El profesor está que va a pegar un puñetazo de un momento a otro.

Su entonación es similar a la de las consecutivas plenas: con tonema de anticadencia o semianticadencia antes de que. Esta curva tonal cobra valor diacrítico en ciertos casos:

Lleva la chaqueta, que da pena (La lleva muy sucia y raída).

Lleva la chaqueta que da pena (Lleva ésa y no la otra que él tiene).

Para Alarcos (1994, 353), sin embargo, no hay estructura consecutiva en estos casos puesto que han desaparecido los elementos encarecedores.

Consecutivas en el discurso repetido

Aunque en menor medida que con las comparativas, que estudiaremos más abajo, también se utilizan, especialmente en registros coloquiales, expresiones idiomáticas consecutivas, frases hechas, que tienen un valor elativo, hiperbólico o, simplemente, humorístico. Son ejemplos de discurso repetido que el hablante enuncia tal y como los ha oído, sin que participe su creatividad lingüística.

El café está tan caliente que pela.

El de Lengua se enrolla tanto que marea.

Está tan nervioso que no le llega la camisa al cuerpo.

Después del recreo se nos quedan unos pasillos que dan asco.

Mi jefe está que no hay quien lo aguante.

Significado consecutivo en estructuras no subordinadas

Ver gráficos proyectados en clase: Coordinadas y yuxtapuestas consecutivas

Además de las estructuras consecutivas subordinadas vistas hasta aquí, existen otros dos modelos que deben ser estudiados en el seno de la oración compuesta:

Hace frío, conque ponte el abrigo.

Mañana es fiesta; por lo tanto, no habrá clase.

El primer ejemplo es un caso de coordinación consecutiva y el segundo de yuxtaposición consecutiva. Las diferencias formales entre ellas son patentes:

Coordinadas
Yuxtapuestas
El nexo se encuentra en una posición fija, siempre entre los dos miembros.
El enlace, por su carácter adverbial, goza de una gran libertad de posición en el segundo miembro.
El nexo posee un carácter átono y fónicamente dependiente.
El nexo es tónico e independiente fónicamente, aislado por lo general entre pausas.
No admiten otro nexo coordinador (y).
Admiten ser coordinadas por y.

Coordinadas consecutivas

Utilizan los nexos átonos: luegoconqueasí [esquede modo quede manera quede forma quede suerte que. Estos nexos se caracterizan porque unen como máximo dos miembros, que deben ser unidades oracionales, nunca de nivel inferior (proposiciones o sintagmas).

Estos grupos oracionales no se disgregan (no pierden su identidad de enunciado único) cuando se suprime el conector:

Hace frío, ponte el abrigo (segmentos yuxtapuestos integrados en una oración compuesta)

Las significaciones de los dos miembros pueden aparecer en una relación de causa–efecto o de explicación–deducción, dependiendo exclusivamente de la concatenación de las referencias de los dos miembros y no del conector:

Hace frío, conque ponte el abrigo.

Se ha puesto el abrigo, conque hace frío.

Yuxtapuestas consecutivas

Utilizan los enlaces adverbiales tónicos: por [lotantopor consiguienteen consecuenciapuesasíasí puesde este modode esta formade esta manerade esta suertede ahí quede aquí que. Estos enlaces se caracterizan por aparecer inmovilizados morfológicamente y por poder concurrir con CC pero no coordinarse con ellos.

No hay que olvidar que estas expresiones también pueden funcionar como meros marcadores discursivos y no constituir entonces indicio alguno de yuxtaposición.

Comparativas

Cuando hablaba de las comparativas en cursos y conferencias, Salvador Gutiérrez Ordóñez, Catedrático de la Universidad de León y uno de nuestros máximos especialistas en sintaxis, decía que éste es el tema que los profesores de lengua procuran dejar para final de curso, con la esperanza de que una huelga o una enfermedad evitaran tener que tratarlo en clase. La admirable modestia que Gutiérrez Ordóñez mostraba con esta anécdota evidencia la dificultad del tema y la falta de rigor con la que nuestras gramáticas han tratado estas construcciones hasta hace poco. Desde los últimos años del siglo XX se observa un avance considerable en su análisis y taxonomía. Probablemente pronto, estas investigaciones darán frutos que puedan aplicarse en la enseñanza secundaria. Pero aún hoy, en la última gramática general publicada en España (la Gramática descriptiva de la lengua española de Ignacio Bosque y Violeta Demonte, 1999) la descripción de las comparativas y su propuesta de clasificación mantienen una complejidad tal que resulta muy difícil ofrecer una versión simplificada, que sea a la vez coherente y rigurosa, y pueda ser digerida por alumnos de Bachillerato. Incluso a sabiendas de no ofrecer un trabajo sin grietas, intento aquí una simplificación didáctica de tan complicado tema.

La variedad estructural de las construcciones comparativas supone la primera dificultad con la que topamos al estudiarlas:

Hay estructuras comparativas que incluyen tras el transpositor un verbo en forma personal y deben analizarse como parte de una oración compleja; son, por tanto, subordinadas comparativas (Jaime no es tan empollón como algunos piensan).

Otras, que aparecen completamente insertas dentro de un sintagma, se pueden explicar como parte de una oración simple (Fátima tiene ropa más bonita que cara).

Las hay también que forman parte de oraciones con apariencia de simples, porque llevan sólo un verbo, pero no pueden ser explicadas sin recurrir a la elipsis de un verbo y deben ser consideradas oraciones complejas (Rafa es más alto que yo).

Algunas, por último,  se construyen con subordinadas de relativo, lo que complica su análisis.

En toda estructura comparativa se pueden señalar dos zonas que tradicionalmente se denominan primer y segundo término de la comparación.

En el primer término aparecen necesariamente los siguientes elementos:

un cuantificador,

la base de la comparación y

el núcleo de la estructura comparativa.

Los cuantificadores pueden ser los adverbios tantantomásmenos, el adjetivo determinativo tanto, -a, -os, -as, igual (de), y estructuras compuestas de artículo (loellaloslas) más mismo-a-os-as. La base es el elemento cuantificado, que puede ser un verbo, un sustantivo, un adjetivo o un adverbio. El núcleo es la unidad a la que complementa el elemento que hace la función de base de la comparación.

El segundo término consta de:

un transpositor y

un baremo, con todos los elementos no mencionados en el primer término.

Como transpositores comparativos (unidades que introducen el segundo término de la comparación) pueden funcionar quecomo y de. El baremo está representado por aquello cuyas dimensiones son conocidas por los interlocutores  y pueden servir, por tanto, como referencia para comparar la base. Por último, en este segundo término aparecen también todos los elementos que no se han mencionado en el primer término y especifican las circunstancias en las que se considera el baremo.

Semánticamente, expresan en resultado de cotejar (mediante un cuantificador) la ubicación de una magnitud, cualidad o proceso (base) dentro de una escala (igualdad, superioridad o inferioridad), en relación con un punto de referencia (baremo), que se supone conocido por los interlocutores y que va introducido por un transpositor.

Sintagmas comparativos

No parece necesario ni conveniente analizar como estructuras oracionales subordinadas algunas construcciones comparativas cuyo análisis como simples sintagmas es perfectamente viable.

Tu novia es más atractiva que guapa.

Así pues, cuando la estructura comparativa se produce en el seno de un sintagma nominal o adjetival, no debemos analizar la oración en la que el sintagma se inserta como compleja sino como simple.

Subordinadas comparativas sin elipsis

Tampoco ofrecen grandes dificultades algunas construcciones comparativas que se pueden analizar de modo análogo a las subordinadas consecutivas que se han visto más arriba.

No es tan listo como él cree.

En el mercado inmobiliario hoy se compra más que se vende.

Fernando se ha portado hoy igual que se portó su hermano ayer.

Estas deben ser analizadas como subordinadas comparativas plenas, y la oración en la que se insertan, como compleja.

La elipsis en las subordinadas comparativas

Aunque la gramática funcional procura evitar el recurso a la elipsis para explicar las relaciones entre las unidades sintácticas, procedimiento del que abusaba la gramática tradicional, no puede justificar de otro modo ciertos hechos presentes en muchas construcciones comparativas, como por ejemplo la presencia de un pronombre sujeto sin predicado explícito:

Inma estudia más que tú.

Parece necesario, por tanto, suponer que el segundo término de la comparación posee una estructura paralela a la del primero.

Noelia pasa tantas noches en la discoteca como Pilar.

Noelia pasa tantas noches en la discoteca como noches pasa Pilar en la discoteca.

Los elementos elididos son todos los que están ya presentes en el primer término de la comparación.

Se da la circunstancia de que son más frecuentes las construcciones comparativas con elipsis que sin ella. Se produce tanto en el seno de una oración compleja (Maximiano es más alto que yo < Maximiano es más alto que alto soy yo) como dentro de un sintagma en una oración simple (Tengo libros más aburridos que interesantes < Tengo libros más aburridos que libros interesantes).

Las subordinadas de relativo en estructuras comparativas

La variedad estructural de estas construcciones se incrementa con la existencia de algunas en las que el baremo está representado por una subordinada de relativo, lo que complica algo su análisis.

Las comparativas de superioridad o inferioridad con subordinadas de relativo se caracterizan por ir introducidas por el transpositor de:

En esa foto éstas más guapa de lo que tú decías.

El análisis sintáctico es más fácil de lo que parece.

En la discoteca, Jaime cobra menos de lo que se merece.

Son muy parecidas otras que llevan una subordinada de relativo sustantivada tras el transpositor que.

Tu nuevo amigo es más guapo que el que te tiraba los tejos el mes pasado.

Las cadenas de Ana son menos llamativas que las que llevan los punkies.

Comparativas en el discurso repetido (elativas, estereotipadas o prototípicas)

Similares a las consecutivas elativas o estereotipadas, que se han tratado más arriba, son estos ejemplos de comparativas de discurso repetido. Se utilizan con frecuencia con intención humorística:

Ligas menos que el chófer del Papa.

Eres más pegadizo que una infusión de Super Glue.

Eres más corto que el vocabulario del Correcaminos.

Va a tener más éxito que un canapé de estiércol en una convención de moscas.

Tienes más peligro que Mario Conde jugando al Monopoli.

Eres más feo que el Fary comiendose un limón.

Estas más tenso que el copiloto de Steve Wonder.

Tienes menos futuro que el pretérito perfecto simple.

Eres mas inútil que la primera rebanada de pan Bimbo.

Tienes más mocos que un kilo de caracoles.

Tienes menos detalles que el salpicadero de un Panda.

Eres más malo que el profesor de ingles de Jesús Gil.

Eres más pulcro que el comedero de Pato WC.

Te estiras menos que el portero del futbolín.

Tienes más peligro que Don Juan en un convento de clausura.

Tienes más peligro que Eduardo Manostijeras poniéndose Hemoal.

Estructuras no comparativas que se prestan a confusión

Ver gráficos proyectados en clase: Construcciones pseudocomparativas

Parece conveniente distinguir de las estructuras comparativas otras que podrían confundirse con ellas por ciertas similitudes, pero que por motivos de forma o razones de contenido, o por ambos, no merecen el nombre de estructuras comparativas. Son las que Gutiérrez Ordóñez (1994) llama estructuras pseudocomparativas. Es el caso de las llamadas comparativas modales (José Manuel es fuerte como un roble), de las correlaciones (Les dieron tantos caprichos cuantos desearon), coordinaciones copulativas con tanto… como…, similares a construcciones con y (Se mueren tanto los ricos como los pobres), construcciones de más con numerales (Vivió más de cien años), estructuras aditivas y restrictivas (Los del fondo no hacen más que molestar), estructuras correlativas (Más que inteligente, es astuto), las llamadas comparativas temporales (El de Matemáticas llega antes que el de Lengua), adversaciones excluyentes equivalentes a las construcciones consino (Rubén no piensa en nadie más que en su novia) estructuras del tipo No es lo inteligente que era su madre, o Sabe más de la cuenta. Habría que añadir, también, el caso de algunos verbos que rigen doble complemento: directo y suplemento indirecto (Prefiero el café al té).

Para que la estructura en cuestión se considere comparativa, los cuantificadores deben ser conmutables por otros (más por menos, tan por más, etc.), así que la prueba más fácil para diferenciarlas es tratar de realizar la conmutación.

(Esta página se debe a los materiales ofrecidos por el profesor Alfonso Sancho)

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4 respuestas a Las oraciones cuantitativas

  1. ivan dijo:

    esque no me acuerdo de como era la frase entera, sé que mezclastes varios nexos en la misma como ni y aunque me parece, y la frase empezaba con un Complemento Indirecto que yo crea,si pudieras encontrarla perfecto, bueno gracias por todo, un saludo.

    • ernestoprofe dijo:

      A ver, Iván, no encuentro el examen concreto que me pediste. La fecha solo la puse para imprimir, pero no la guardé, y está mezclado el modelo con todos los demás. Puedo ponerte una frase de ejemplo o si tienes interés te corrijo alguna con la que tengas dudas, lo que prefieras. ¿Qué tal el Verano? Un saludo. Sigue estudiando, ¿eh?

  2. ivan dijo:

    Hola Ernesto, soy Iván Marmesat, ¿que tal estas?, te pediría por favor si me puedes ayudar enviándome el exámen final de Junio con las respuestas correctas puesto que el análisis de la frase no lo tengo claro, te lo agradezco mucho, que tengas unas buenas vacaciones, ¡un saludo y hasta pronto!

    • ernestoprofe dijo:

      Hola, Iván:
      Espero que estés estudiando y disfrutando también de tus vacaciones. Buscaré el examen que me pides y te enviaré algunas respuestas. De todas formas, ponme la frase del análisis en respuesta a este comentario y te resuelvo aquí mismo ese asunto.
      Un saludo.

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