Romance sonámbulo

Como lo prometido es deuda, aquí os dejo el poema que tenéis que memorizar para el jueves (los alumnos de 2º de ESO), y lo comento un poquillo más abajo.

Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda, verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas la están mirando y ella no puede mirarlas.Verde que te quiero verde. Grandes estrellas de escarcha, vienen con el pez de sombra que abre el camino del alba. La higuera frota su viento con la lija de sus ramas, y el monte, gato garduño, eriza sus pitas agrias. ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde? Ella sigue en su baranda, verde carne, pelo verde, soñando en la mar amarga. –Compadre, quiero cambiar mi caballo por su casa, mi montura por su espejo, mi cuchillo por su manta. Compadre, vengo sangrando, desde los puertos de Cabra. –Si yo pudiera, mocito, este trato se cerraba. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa. –Compadre, quiero morir, decentemente en mi cama. De acero, si puede ser, con las sábanas de holanda. ¿No ves la herida que tengo desde el pecho a la garganta? –Trescientas rosas morenas lleva tu pechera blanca. Tu sangre rezuma y huele alrededor de tu faja. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa. –Dejadme subir al menos hasta las altas barandas, ¡dejadme subir!, dejadme hasta las verdes barandas. Barandales de la luna por donde retumba el agua. Ya suben los dos compadres hacia las altas barandas. Dejando un rastro de sangre. Dejando un rastro de lágrimas. Temblaban en los tejados farolillos de hojalata. Mil panderos de cristal herían la madrugada. Verde que te quiero verde, verde viento, verdes ramas. Los dos compadres subieron. El largo viento dejaba en la boca un raro gusto de hiel, de menta y de albahaca. –¡Compadre! ¿Dónde está, dime? ¿Dónde está tu niña amarga? ¡Cuántas veces te esperó! ¡Cuántas veces te esperara, cara fresca, negro pelo, en esta verde baranda! Sobre el rostro del aljibe se mecía la gitana. Verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Un carámbano de luna la sostiene sobre el agua. La noche se puso íntima como una pequeña plaza. Guardias civiles borrachos en la puerta golpeaban. Verde que te quiero verde, verde viento, verdes ramas. El barco sobre la mar. Y el caballo en la montaña.

Antes de nada, el «Romance sonámbulo» es un romance, es decir, una composición o poema no estrófico que se caracteriza como una serie de número indeterminado de versos octosílabos, asonantados los pares y sin rima los impares. Aquí la rima es á-a (ramas-montaña – baranda, etc.)

Los romances suelen narrar una historia. La pequeña anécdota que desarrolla el poema de Lorca consiste en que después de una correría, probablemente contrabandista (lo digo por el barco y el caballo), en que se ha producido una refriega, ha sido herido el enamorado de la muchacha que se menciona en primer lugar, que huye perseguido por la Guardia Civil junto a su compadre, el padre de su novia; ella lo está esperando en un balcón o azotea (en la baranda) desde los primeros versos, pero cuando llegan, tras conocer las noticias que se oyen, ha creído muerto a su amante y se ha suicidado arrojándose sobre el aljibe hace solo un momento. Los guardias vienen a arrestar a los hombres.

Lo verdaderamente excepcional es cómo se relata. El texto está plagado de misterio. La angustia crece por momentos con cada nueva imagen. El simbolismo dota de sentido al relato; mediante la sugerencia, se desvelan los hechos, pero nada es explícito. El verde es esperanza (y espera), pero también amargura y muerte. El agua del aljibe (agua que no corre), la muerte y su leve movimiento, el recuerdo de la vida reciente. La luna, la muerte. El carámbano, la fría plata en los ojos, lo mismo. Para que quede claro.

Para que os sea más fácil memorizarlo, ahí va la canción:

Por otra parte, ya habéis visto en clase que no resulta tan complicado hablar en octosílabos. En cuanto que eduquéis el oído a las ocho sílabas, os resultará bien sencillo escribir la poesía (amorosa) que os encomendé para el mismo jueves.

Hale, a trabajar.